DEUTSCHLAND 83

Blog, Historia

d83

Desde que llegamos al tema 12 de la asignatura de Historia en el instituto que siempre me he sentido atraída por este episodio de nuestra historia reciente. Por el desarrollo de los acontecimientos que llevaron a una debacle de tal magnitud, de principio a fin. Me refiero a la Segunda Guerra Mundial. Cualquier punto de vista es bueno para conocer mejor los entresijos de un lapso de tiempo que nos dejó marcados a todos, directa o indirectamente. Retales de información dibujando una concepción objetiva de lo que fue y de lo que ha venido siendo. Las consecuencias de tan devastador belicismo nos ha llevado a lo que somos ahora, incluso a aquellos países que no intervinieron, hasta convertirnos en lo que vemos hoy en día.

Así pues, uno de los destinos que no podían faltar a mi diario de un viaje, era la ciudad donde se forjaron tantos ideales que destruyeron almas en su camino. El viaje a Berlín estuvo lleno de emociones y de sensaciones que difieren de otros intereses turísticos, no por la belleza de un lugar o de otro, sino por la historia tan reciente que se respiraba en las calles, en las paredes, en el muro caído. Qué decir de tan emblemático lugar que no se haya dicho ya, salvo que no podías pasear por sus calles sin entrever y respirar la cuna de la historia reciente.

Justo al poco de regresar a casa, aún impactados por la experiencia, decidimos ver La vida de los otros (Florian Henckel von Donnersmarck, 2006). Todavía no habíamos tenido la oportunidad de hacerlo hasta ese día. Fascinante obra de principio a fin, que aún absorbimos con más fervor al estar, todavía, impregnados por la esencia de Berlín. Vivimos la historia contada de diferente manera que antes del viaje, puesto que conocíamos los lugares dónde se filmaban y reconocíamos rincones que antes nos pasaban desapercibidos. Familias separadas por un muro, ciudadanos espiados por los suyos, represión, todo en una misma urbe que ya nos era familiar.

Los acontecimientos suceden en 1984, en la Alemania del Este, donde un miembro de la Stasi es encargado de espiar a un escritor y a su pareja, minuciosamente, con consecuencias inesperadas. El día a día de unos personajes en un contexto histórico, único, intentando sobrevivir en un desesperado y agónico mundo represivo.

Partiendo de la base de lo escrito en las líneas anteriores, y sin abandonar el tema que nos ocupa, no fue hasta hace poco, cuando cayó en mis manos una obra que se remontaba a la época de la Guerra fría, contada por los propios alemanes, como La vida de los otros. Por desgracia, los norte americanos tienen tendencia a refilmar películas que ya han sido rodadas en otras lenguas, en otros países. Pero en algunas ocasiones, en muy pocas ocasiones, el famoso remake no se produce y puedes disfrutar de una obra maravillosa y desde la perspectiva que más interese a la directora o al director. Fue hace unos meses que conocimos Deutschland 83 (Edward Berger, Samira Radsi, 2015-) serie ambientada en la Alemania de 1983, en las acaballas de la Guerra Fría.

Un joven de la Alemania del Este es forzado a trabajar como espía en la Alemania occidental, en plenas reuniones de la Otan, sobre un posible ataque Norte americano sobre suelo oriental.

Para documentar la película y la serie, puesto que están ambientadas en la misma época, y conseguir la máxima veracidad posible, como researcher del film, podemos recopilar información para nuestro memorándum a partir del DDR Museum, http://www.ddr-museum.de/en, el museo interactivo de Berlín dónde te permiten observar cómo vivían los habitantes de la República Democrática Alemana. Disponen de colecciones de ropa de la época, de utensilios de higiene, cosméticos, alimentos, medicinas. Incluso puedes montar el típico coche de la RDA, el trabant, el más popular de la época, y dar un paseo virtual. Es el único museo que se dedica, exclusivamente, a la vida en la antigua RDA.

Nicole Wolfarth, researcher de la película, ha trabajado como ayudante de producción con anterioridad, pero sólo en La vida de los otros, como film researcher.

Me gustaría hacer hincapié en una fuente de información, que habitualmente, pasamos por alto, pero es igual o más importante que los museos, las bibliotecas, las filmotecas o cualquier centro de documentación que conozcamos, y es el de los testimonios de aquellos que vivieron los hechos.

Puesto que las historias que se cuentan en la película y la serie son de una época determinada, en un país concreto, no muy lejos temporalmente de dónde nos encontramos ahora mismo, ¿por qué no usarla? A mí me encantaba escuchar a mi abuela cuando recordaba lo que vivió durante la Guerra Civil española. Aunque era una niña vivió cosas que espero que mi hijo no tenga que ver jamás. Cuando vemos imágenes de niños en conflictos bélicos, fácilmente olvidamos, que nuestros abuelos también lo fueron y lo sufrieron. Niños forzados a luchar, como los de la Quinta del biberón. (¿Por qué el hermano mayor de mi abuelo tuvo que morir recién cumplidos los dieciocho años?) Todas estas historias que vemos por televisión y que nos quedan tan lejos, las vivieron mis abuelos en su niñez. Sus padres, mis bisabuelos, tuvieron que esconderse, como tantos otros en aquella época. Y son sus hijos, 80 años después, que aún recuerdan y aún explican.

¿Por qué no usar su testimonio para recrear un tiempo? Lo mismo sucede con los últimos años de la Guerra Fría. Nos quedan muy cerca en la línea temporal y podemos encontrar testimonios, de primera mano, de cómo vivían entonces. Así pues, una de las fuentes de información más poderosas para documentar un proyecto, en este caso cinematográfico, es la de disponer de los propios testimonios de los acontecimientos para que nos expliquen y nos guíen en el proceso de investigación.

Deja un comentario